Telefónica ha cerrado el primer semestre de 2025 con pérdidas netas de 1.355 millones de euros, frente a los 950 millones de beneficio del mismo periodo de 2024. Este resultado negativo se debe, principalmente, a las minusvalías contables por la venta de sus filiales en Argentina, Perú, Ecuador y Uruguay, que han supuesto un impacto extraordinario de 1.913 millones de euros.
Sin embargo, el negocio principal del grupo muestra fortaleza: si se excluyen estas operaciones, la compañía habría obtenido un beneficio neto de 558 millones, lo que demuestra la estabilidad de su actividad recurrente.
La facturación se situó en 18.013 millones de euros y el EBITDA ajustado alcanzó 5.895 millones, un 4,6 % menos interanual. A pesar de ello, Telefónica ha logrado reducir su deuda neta un 5,5 %, hasta 27.609 millones de euros, reforzando su solidez financiera.
La compañía mantiene su compromiso con el accionista y confirma el dividendo de 0,30 € por acción para este ejercicio (0,15 € en diciembre y 0,15 € en junio de 2026), además de mantener sus objetivos anuales, con foco en el despliegue de fibra y 5G.
Conclusión: Aunque el semestre se ve marcado por el impacto contable de las ventas en Hispanoamérica, Telefónica refuerza su balance, mantiene el dividendo y da señales de solidez operativa, consolidando su posición como líder en telecomunicaciones.